Sobre los perfiles adormilados del muelle de Manokwari, los dos mástiles de la Ondina –la goleta que hemos charteado para esta expedición- nos reciben prematuramente. Es el fin de una tortuoso viaje de tres días a este remoto rincón de Papúa occidental –lleno de sobresaltos aeroportuarios- y el comienzo de la aventura- La bahía está ahora en calma, pero sólo hay que conocer un poco la historia para imaginarse, 70 años atrás, este mismo escenario lleno de fuego, humo y caos, cuando la aviación estadounidense cayó con sed de venganza sobre la flota japonesa, dejando cientos de cadáveres y naufragios bajo estas aguas hoy pacíficas. Mañana comenzará la exploración en busca de esos episodios negros que nos dejó un conflicto como el de la Segunda Guerra Mundial. La goleta no navegará muy lejos los próximos días, ya que el martes 7 por la tarde, llega a este puerto olvidado del mundo el resto de nuestro equipaje que hoy “vuela” perdido o “despistado”por algún aeropuerto asiático.
¡Larga vida a los océanos!
Deseando leer los próximos capítulos de este diario de viaje, Chano.
ResponderEliminarQuerido Chano, acabamos de leer tu post y esparamos seguir teniedo noticias tuyas. Gracias por compartir tus experiencias con nosotros.
ResponderEliminarDesde aquí te mandamos muchos animos
Mandanos fotos
Viva los oceanos
Un beso
Diana, sus chicas y yordy