lunes, 20 de febrero de 2012

Invocando a los espíritus del mar




FOTOS: CHANO MONTELONGO
Inertes, levitando en el azul intenso del santuario,  el hombre y la mujer aguardaron pacientes  a los espíritus del mar. Respondiendo a la invocación, ellos emergieron de la oscuridad más profunda…, lentamente, sin prisas, acompasando sus culebreantes movimientos, como lo haría una serpiente…, pero sin arrastrarse, sólo flotando ingrávidos como fantasmas.
Eran cinco. Inmensos. Hermosos. El mayor miró a la mujer a los ojos y luego, imitando su erguida postura, se puso de pie ante ella, mostrando su plenitud en forma de gigantesca sombra y habló: “Sed bienvenidos a nuestro santuario, donde vivimos en paz con todos los seres de la naturaleza. Es un universo húmedo, algo solitario y en penumbra…, lo sabemos, pero está limpio y es nuestro mundo, el único que tenemos. Nos gustaría que siguiera así mucho tiempo”… Y regresaron al abismo con la misma parsimonia con la que llegaron…, hasta que sus elegantes siluetas se difuminaron en la oscuridad profunda.

¡Larga vida a los océanos!

2 comentarios:

  1. ¡Magníficas fotos, como siempre! Fue un placer compartir esta experiencia con vosotros, ¡seguro que no será la última!! Mil gracias, Chano y María

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  2. El placer ha sido nuestro, Paco. Ha sido el mejor grupo que hemos reunido en estos ultimos 10 años. Exelentes buzos, buenos profesionales y mejores personas... Y como decía nuestra querida Indra: "¡a comer, cabrones!! Chano

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