martes, 3 de abril de 2012

Encuentran, por fin, al Kraken

A pesar del "fiasco" científico que, al parecer, fue la inmersión de James Cameron en la Fosa de las Marianas -y de la que cada vez sabemos más detalles de las cosas que no funcionaron bien-, parece que no todo fue en balde porque, al parecer, ¡por fin! hemos encontrado al temido Kraken de los fondos abisales y, por lo que cuentan, nada tiene que ver con lo que cuentan las leyendas, ya que es negro, desafiante y... ¡divertido! o así es como lo definen sus descubridores: Global Premiun Brands... 

 

"Por un ojo de buey ví su enorme ojo mirándome desafiante y, por el otro, ¡vi al mísmísimo Kraken!... flotando inerte
en el fondo abisal..., confieso que se me atragantó la cerveza." 


Por supuesto, se trata de una broma en la que el terror de los mares es un nuevo ron de las Islas Vírgenes, The Kraken Black Spiced, que tiene muy buena pinta y que aquí, en la redacción del periódico en el que trabajo, ya estamos esperando una botella de muestra para catarlo en condiciones.

Lo que me ha llamado la atención de la nota de prensa que me han enviado es que narra una nueva versión de la leyenda del Kraken, una desconocida pero, aunque sea comercial, es tan válida como cualquier otra, porque de eso tratan los mitos y leyendas, de historias fabulosas donde la realidad y la ficción se funden y se confunden... y en este blog (en el que, teniendo en cuenta su título, no le vendría mal un patrocinador como éste) tienen cabidas todas estas cosas que nos hacen soñar y abstraernos por un momento de la cotidianidad de nuestras sencillas vidas:

La leyenda del Kraken
Hace mucho, mucho tiempo, un barco que transportaba un cargamento de ron especiado negro desde el Caribe a Noruega, nunca llegó a su destino porque sufrió uno de los temidos ataques del Kraken. Todos los marineros fueron literalmente aniquilidados, al igual que todos los barriles de ron que contenían las bodegas de la nave, excepto uno, que pudo llegar a su destino y que fue ofrecido a la reina de Noruega en forma de disculpas por el cargamento perdido. Así, este ron especiado que aún desprendía tinta negra del ataque fue renombrado como Kraken, en homenaje al poder indiscutible de esta bestia y su legendaria fuerza. Y como suelen decir los marineros desde entonces: "No respetar al Kraken es no respetar el mar".

El Kraken debe estar adormilado en algún ricón del océano ¡Te encontraré!
Y aunque ya hayamos encontrado al "Kraken" (o, más bien nos haya encontrado él a nosotros), que me disculpen los responsables de este exótico ron, porque yo voy a seguir con mi incansable y utópica búsqueda del mayor mito que oculta el mar (a ver que nos encontramos por el camino) y, por supuesto, os invito a todos a acompañarme en este profundo viaje.

¡Larga vida a los océanos! (y, en este caso, al Kraken, claro)

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